William Lamport - William Lamport

William Lamport (1611-1659) fue un aventurero católico irlandés , conocido en México como Don Guillén de Lampart (o Lombardo) y Guzmán. Fue juzgado por la Inquisición mexicana por sedición y ejecutado en 1659. Afirmó ser hijo bastardo del rey Felipe III de España y, por tanto, medio hermano del rey Felipe IV .

Joven con armadura , de Peter Paul Rubens, se dice que es de Lamport.

En 1642 trató de fomentar la rebelión contra la corona española, con la ayuda de negros e indios, así como de comerciantes criollos, pero fue denunciado por un hombre que esperaba reclutar para su plan y detenido, languideciendo en la cárcel de la Inquisición durante 17 años. años. Una estatua de Lamport se encuentra inmediatamente dentro del monumento del Ángel de la Independencia en la Ciudad de México.

Nacimiento y educación

La principal fuente de información biográfica sobre Lamport es su propia declaración ante la Inquisición; es difícil saber cuánto de esto es cierto. William Lamport nació en 1611 (según su hermano) o 1615 (otras fuentes) en Wexford , Irlanda en una familia de comerciantes católicos. Recibió educación católica de los jesuitas en Dublín y Londres, y luego en un colegio irlandés en el gran lugar de peregrinaje de Santiago de Compostela, en el noroeste de España. Dado que la monarquía protestante en Inglaterra restringía cada vez más las oportunidades a los católicos, se establecieron varios colegios para irlandeses en España. Había lazos de larga data entre la católica Irlanda y España, el acérrimo defensor del catolicismo en Europa. España reconocía a los nobles irlandeses en pie de igualdad con los españoles, y los irlandeses podían reclamar la ciudadanía española.

Cuando cumplió los veintiún años, hablaba no menos de catorce idiomas.

En 1627, Lamport afirma haber sido arrestado en Londres por sedición por distribuir panfletos católicos. Según su testimonio, escapó, se fue de Gran Bretaña a España y se convirtió en pirata durante los dos años siguientes. También luchó por los franceses en el sitio de La Rochelle contra los hugonotes .

En España, Lamport llamó la atención del marqués de Mancera , quizás a través de la hermana de Mancera, cuyo difunto esposo había sido enviado a Londres y aparentemente conocía al tutor de Lamport allí. En 1633 se unió a uno de los tres regimientos irlandeses patrocinados por España y participó en el combate contra las fuerzas suecas en los Países Bajos españoles . Su acuerdo en la batalla de Nordlingen en 1634 atrajo el interés del conde-duque de Olivares , primer ministro de Felipe IV de España , quien finalmente lo ayudó a entrar al servicio del rey. En ese momento había hispanizado su nombre a Guillén Lombardo (en el México moderno generalmente llamado Guillén de Lampart).

En la corte española y luego exiliado

Lamport había preparado un halagador memorial del consejero político más importante de Felipe IV, el conde-duque Olivares y se convirtió en miembro de la corte como propagandista. En la década de 1630 se vinculó sentimentalmente con una joven, Ana de Cano y Leiva, que quedó embarazada. Inicialmente, la pareja vivía junta y el hermano mayor de Lamport, John, ahora un franciscano que vive en España, instó a la pareja a casarse. Se separaron y luego Lamport zarpó rumbo a Nueva España, navegando en el mismo barco que traía al virrey entrante, el marqués de Villena , y el otro era Don Juan de Palafox y Mendoza , obispo entrante de Puebla y funcionario encargado de la revisión. del cargo ( residencia ) del virrey saliente, marqués de Cadereyta . Palafox y el nuevo virrey entraron en conflicto casi de inmediato. El escándalo en la corte bien podría haber provocado la salida de Lamport de la corte. Lamport afirmó que fue enviado a Nueva España para brindar información a la corona sobre la situación política allí, como espía o fuente independiente de los hechos. Dijo que fue enviado para determinar si la información del virrey saliente Cadereyta sobre el descontento criollo era correcta, pero luego para informar sobre el nuevo virrey Villena. Hay pruebas de que envió un informe al conde-duque Olivares sobre Villena confirmando informes negativos, pero en sus papeles personales también había borradores pro-Villena.

Arresto y encarcelamiento

Los acontecimientos políticos merecían un seguimiento cuidadoso. En 1640, hubo una gran revuelta en Cataluña, que fue reprimida. Pero hubo una revuelta exitosa en Portugal, que rompió el dominio de los Habsburgo de los últimos 60 años y colocó a João, duque de Braganza como rey. La situación en México se volvió políticamente tensa, ya que el nuevo virrey era pariente del nuevo monarca de Braganza. En algún momento alrededor de 1641, Lamport comenzó a tramar un complot para derrocar al virrey, tratando de persuadir a los indios, negros y comerciantes criollos de unirse en un levantamiento. Divulgó sus planes a un tal Capitán Méndez; en lugar de firmar con Lamport, Méndez lo denunció ante la Inquisición después de intentar inicialmente denunciarlo ante la Audiencia, el tribunal superior civil. El testimonio de Méndez ante el tribunal proporciona la información de que Lamport afirmó tener vínculos con la familia real española, pero el propio testimonio de Lamport no. No está claro por qué Lamport fue juzgado por la Inquisición, ya que sus presuntos crímenes generalmente no estaban bajo su jurisdicción. Lamport languideció en prisión durante ocho años, pero escapó por un día, la víspera de Navidad de 1650, con su compañero de celda, Diego Pinto Bravo, probablemente colocado como espía. No había guardias de guardia esa noche y los dos quitaron los barrotes de su celda y escaparon. En lugar de ponerse a salvo, Lamport intentó entregar una carta al virrey y, en su defecto, cubrió la zona central de la capital con acusaciones contra la Inquisición. En un giro de los acontecimientos, la corona hizo imprimir y distribuir 200 panfletos denunciando a Lamport. La inferencia puede ser que la fuga de Lamport fue anticipada (y quizás asistida) y que la fuga proporcionó la razón para procesarlo por cargos más severos.

Durante los 60 años en que España y Portugal tuvieron el mismo monarca, muchos comerciantes portugueses, algunos de los cuales eran criptojudíos (que se hacían pasar por cristianos pero judíos practicantes) se dedicaron a hacer negocios en el imperio español y residían en la Ciudad de México y Lima. Con la independencia portuguesa, estos comerciantes portugueses se volvieron sospechosos como extranjeros, pero también potencialmente criptojudíos. La Inquisición mexicana comenzó a investigar intensamente a la comunidad de comerciantes portugueses, lo que dio lugar a cientos de procesamientos y, en última instancia, a un enorme auto de fe en la Ciudad de México en 1649. A pesar de las pruebas de que en el auto de fe de 1649 se incluyeron tantos acusados ​​y condenados como fue posible, William Lamport no era uno de ellos, tal vez porque las pruebas en su contra no eran lo suficientemente sólidas para justificar la condena en ese momento.

Durante su encarcelamiento tuvo acceso a lápiz y papel y compuso salmos religiosos en latín. Algunos de los escritos originales de Lamport ahora están disponibles en formato digital.

Ejecución

En 1659, después de 17 años en la cárcel de la Inquisición, la Inquisición mexicana lo condenó a muerte por hereje y lo condenó a ser quemado en la hoguera. Un relato del auto de fe se encuentra en el diario de Gregorio Martín de Guijo, quien señala explícitamente la presencia de Don Guillén de Lombardo en la procesión de los condenados. Un informe contemporáneo sostiene que luchó para salir de sus cuerdas antes de morir quemado y estrangularse por su collar de hierro.

Ideas politicas

Don Guillén era un hombre muy culto que se había movido en los más altos círculos del poder político en España. No está claro qué lo impulsó en 1641 a comenzar a formular planes de rebelión e independencia en la Nueva España, pero los escritos confiscados en el momento de su arresto indican que estaba informado sobre la filosofía política de la soberanía popular. Cuando fue arrestado el 26 de octubre de 1642, había un gran alijo de documentos donde vivía, que incluían una proclamación de independencia y otros escritos que detallaban sus ideas políticas y planes de rebelión. Un punto clave en su pensamiento político fue que la corona española carecía de legitimidad para gobernar la Nueva España, siguiendo de cerca el razonamiento de personas como el crítico del siglo XVI Bartolomé de Las Casas . Propuso la soberanía política de Nueva España bajo el gobierno de un monarca con poderes limitados elegidos popularmente por grupos que apoyaban activamente la rebelión y la independencia.

Los escritos de Don Guillén indican que estaba al tanto de sectores de la población de la Nueva España descontentos con el dominio español. Ya sabía que el virrey Cadereyta había informado a la corona sobre el descontento de los criollos. El obispo Don Juan de Palafox y Mendoza, con quien había navegado a Nueva España en 1640, se alineó con los criollos contra el virrey Villena. No es de extrañar, entonces, que en la descripción de Don Guillén de los sectores de la población de la Nueva España que fueron desposeídos y oprimidos por la corona, los españoles nacidos en Estados Unidos ocupen el primer lugar. Aunque había denunciado la ilegitimidad de la soberanía de la corona española, Don Guillén menciona primero a los españoles nacidos en Estados Unidos (criollos). Desde mediados del siglo XVI en adelante, la corona se había movido contra los privilegios de los conquistadores españoles, en particular poniendo límites a la encomienda , las concesiones del trabajo y los tributos de determinadas ciudades indígenas a determinados españoles, poniendo fin a su herencia a perpetuidad. La corona privilegiaba cada vez más a los españoles nacidos en la península sobre los criollos para el nombramiento en puestos civiles y eclesiásticos. Los hombres que fueron nombrados virreyes eran casi exclusivamente de origen peninsular, cuya lealtad a la corona española se consideraba absoluta. En el nombramiento de Cadereyte, un criollo nacido en Perú, la corona se había desviado de su patrón. Su reemplazo, el virrey Villena, fue un desastre, ya que era primo de João Braganza, quien se convirtió en rey de Portugal luego de su exitosa rebelión en 1640 contra la corona española, y en la Ciudad de México, el virrey pareció favorecer a la comunidad comerciante portuguesa, muchos de los cuales eran conversos o criptojudíos. Don Guillén preparó un informe para el conde-duque Olivares de que había un verdadero motivo de preocupación con el virrey Villena. El obispo Palafox se había alineado con las élites criollas y había expresado de manera similar preocupaciones sobre la situación a la corona. En 1642 se emitió una orden para la destitución del virrey Villena. Palafox se convirtió en virrey, pero resultó ser solo un nombramiento interino, y la corona nombró rápidamente a un sucesor que restablecería el patrón tradicional de autoridad de la corona. Se acabaron las esperanzas criollas de un virrey más comprensivo.

¿Qué prometió la monarquía de Don Guillén a las élites criollas? Se centró en sus quejas sobre las restricciones comerciales españolas a los comerciantes mexicanos que comercian directamente con el Lejano Oriente y con Perú. También imaginó a los mexicanos reteniendo la riqueza de sus minas de plata, lo que trajo algo de prosperidad local, pero que también fue la base de la riqueza de la corona. Al retener su plata, México estaría en condiciones de financiar un ejército, aumentar la prosperidad y convertirse en un actor importante en el mundo tanto política como económicamente. Durante el período en que Don Guillén estaba desarrollando sus ideas y tramando para lograrlas, comenzó a hilar la historia de que él era, de hecho, el medio hermano bastardo del rey de España, Felipe IV. Con esta supuesta conexión real con la corona española, el irlandés hispanizado podría convertirse en un candidato viable para ser rey de México.

Don Guillén también estaba al tanto de la situación de los indígenas de México. Don Guillén, que residía en la capital virreinal, que tenía la mayor concentración de españoles en ese reino, pudo y tuvo contacto con los indígenas de la Ciudad de México. Se había hecho amigo de un tal Don Ignacio, un noble indio de San Martín Acamistlahuacan, a través de la familia criolla con la que vivía Don Guillén. Don Ignacio era un indio bilingüe ("indio ladino") en la Ciudad de México para entablar una demanda contra el funcionario español que, según la comunidad, participó en el abuso de los trabajadores indígenas en las minas de plata de Taxco. Don Guillén ayudó a preparar los escritos legales para la demanda, que sin duda fue la forma en que se familiarizó con el tipo y el alcance del abuso español de la mano de obra indígena. Don Guillén discutió sus planes políticos con Don Ignacio. Don Ignacio aparentemente convenció a Don Guillén de que los indígenas de Taxco estarían dispuestos a rebelarse contra la corona debido al trabajo forzoso. En los escritos de Don Guillén, declara que, de hecho, la Nueva España no pertenece legítimamente a la corona de España sino a los indígenas, "el reino es de ellos" y que solo ellos tenían soberanía y derecho a elegir su rey. Como su rey, "devolvería [a los indios] su libertad y sus antiguas leyes".

Don Ignacio fue llamado ante la Inquisición para dar testimonio luego del arresto de Don Guillén, pero como indio, Don Ignacio estaba exento de la jurisdicción del tribunal. Don Guillén también estaba preocupado por la esclavitud negra, viéndola como otra injusticia y los esclavos como posibles partidarios. En un salmo que escribió en 1655 mientras estaba encarcelado, pregunta por qué los españoles que dicen ser cristianos están involucrados con la esclavitud. "¿Por qué compras y vendes hombres como si fueran bestias? ... Te los venden injustamente y tú los compras injustamente. Cometes un crimen salvaje y cruel ante Dios ...".

En el nuevo orden que imaginó Don Guillén, los criollos, negros e indios tendrían los mismos derechos, siempre que hubieran participado en la rebelión contra la corona española. Los que no lo hicieron fueron exiliados al desierto del norte. Don Guillén también imaginó una monarquía limitada para actuar solo por la asamblea de "indios y libertos deben tener la misma voz y voto que los españoles", poniendo así fin al "sistema de castas" colonial que asigna derechos diferenciales según la clase y la raza. estado.

Don Guillén estaba claramente convencido de que había suficiente descontento en la Nueva España como para provocar una rebelión y luego la completa independencia política y consideraba a los indios, las élites criollas y los negros esclavizados partidarios de tal idea. "El plan de Don Guillén cruzó divisiones étnicas para buscar un nuevo contrato social entre todos los habitantes de la Nueva España". Sin embargo, a diferencia de las crecientes políticas absolutistas de la corona española, Don Guillén concibió su monarquía como limitada y basada en la concesión de soberanía del pueblo a él, una relación contractual entre el monarca y los que gobernaba. Se apartó del pensamiento español del siglo XVI sobre la irrevocabilidad de la concesión popular de soberanía al monarca una vez concedida, y afirmó que el pueblo conservaba el derecho de rebelión si el monarca se convertía en tirano. Don Guillén pudo haber leído un tratado del siglo XVI que defendía el tiranicidio. En opinión de Don Guillén, el control español de su imperio de ultramar era injustificado, siguiendo los argumentos centenarios de Bartolomé de Las Casas . Los funcionarios de la Inquisición leyeron este argumento en los papeles incautados de Don Guillén y reafirmaron en el acta del juicio la posición oficial sobre la justificación de la soberanía española.

En los papeles de Don Guillén, hay evidencias de que planeaba presentar una autorización falsificada a las autoridades religiosas para destituir al nuevo virrey, similar a la válida que utilizó Palafox para destituir a Villena. Pero este fue solo el comienzo de sus planes a más largo plazo. Solo esperaba conservar inicialmente la estructura del virreinato como jurisdicción española. Sin embargo, una vez consolidado el poder, incitaría a los mexicanos a apoyar un movimiento de independencia total y convocaría asambleas populares, que luego declararían rey a Don Guillén. Sus propios escritos registran la aclamación pública imaginada: "¡Viva Don Guillén, nuestro Emperador, nuestro Rey y nuestro Libertador, Viva!" También parte de sus documentos personales eran cartas a los monarcas europeos que podrían apoyar a un México independiente, en particular, al nuevo monarca portugués, pero también al rey de Francia.

Legado

Aparte de su vida asombrosamente aventurera, su único reclamo indiscutible a la fama probablemente radique en el hecho de que fue el autor de la primera declaración de independencia en las Indias, un documento que prometía reforma agraria, igualdad de oportunidades, igualdad racial y una democracia elegida democráticamente. monarca más de un siglo antes de la Revolución Francesa. Una estatua de Lamport se encuentra inmediatamente dentro del Ángel de la Independencia , un importante monumento histórico en la Ciudad de México. pero los visitantes tienen prohibido fotografiar en el espacio. Hay una escuela primaria en la Ciudad de México que lleva su nombre y en Oaxaca, el Instituto Guillén de Lampart; pero, en general, en México, no forma parte del panteón de líderes independentistas, a pesar de su estatua en el Monumento a la Independencia.

Ver también

Referencias

Fuente principal

  • Luis González Obregón, ed. D. Guillén de Lampart: La Inquisición y la Independencia en el siglo XVII. París y México: Librería de la Vda. de C. Bouret, 1908. - Acta del juicio de la Inquisición.

Otras lecturas

El primer libro que se publicó para retratar las aventuras de Lamport fue una novela publicada en 1872 por Vicente Riva Palacio , uno de los historiadores más importantes de México, titulada Memorias de un impostor: Don Guillén de Lampart .

  • Bayrdi Landeros, Citlalli. "Tres salmos inéditos de Don Guillén de Lampart". Traducción de Raúl Falcó. Literatura Mexicana , 9. no. 1 (1998): 205-16.
  • Cline, Sarah. "William Lamport / Guillén de Lombardo (1611-1659): el aspirante a rey irlandés de México". En La tradición humana en el mundo atlántico, 1500-1850. Lanham: Rowman y Littlefield 2010.
  • Crewe, Ryan Dominic (2010). "Brave New Spain: complot de independencia de un irlandés en el México del siglo XVII". Pasado y presente . 207 : 53–87. doi : 10.1093 / pastj / gtq005 .
  • Méndez Plancarte, Gabriel. "Don Guillén de Lamport y su 'Regio Salterio'. Sra. Latino Inédito de 1655. " Residencia: Revista de Cultura Mexicana 12, no. 2 (abril-junio de 1948): 123-92; 12 no. 3 (julio-septiembre de 1948): 285-372.
  • Meza González, Javier. El laberinto de mentira: Guillén de Lamporte y la Inquisición . México: Universidad Autónoma Metropolitana 1997.
  • Riva Palacio, Vicente. Memorias de un Impostor: Don Guillén de Lampart, rey de México . 2ª edición. México: Editorial Porrúa, 2000.
  • Ronan, Gerard. El Zorro irlandés: las extraordinarias aventuras de William Lamport (1615-1659) [1]
  • Troncarelli, Fabio. El Mito del "Zorro" y la Inquisición en México: La aventura de Guillén Lombardo (1615-1659) (en español)
  • Troncarelli, Fabio (otoño de 2001). "El hombre detrás de la máscara del Zorro" . Historia de Irlanda . 9 (3): 22 . Consultado el 22 de diciembre de 2014 .Mantenimiento CS1: fecha y año ( enlace )